jueves, 27 de noviembre de 2014

Hermano lobo, también tienes derecho a vivir

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Los niños entraron corriendo ilusionados en el museo. La escenificación era perfecta: figuras de cera, árboles de cera y luz artificial representaban a la perfección en escenarios separados la vegetación, el paisaje, los sonidos, amaneceres y anocheceres; un instante congelado del comportamiento y la vida salvaje de unos imponentes animales dramatizados en los que debían haber sido hace tiempo sus hábitats naturales. Se pararon ante el primer escenario que dramatizaba el comportamiento de caza de unos soberbios lobos ibéricos.

¡Mira papá, lobos!

Cuatro lobos estaban dando caza perfectamente sincronizados a un ciervo. El ciervo y los cuatro lobos estaban disecados y se habían extinguido hacía unos años, y así lo anunciaba un cartel:

Lobo Ibérico – Canis Lupus Signatus – Especie extinta a mediados del S XXI”

Un lobo adulto podía tener una longitud de entre 100 y 120 centímetros, y una alzada a la cruz de entre 60 y 70 centímetros. El peso variaba entre 30 y 50 kilos, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 75 kg. Las hembras tenían unas dimensiones y peso inferiores a los de los machos.

Papá, ¿qué significa especie extinta?

Pues que ya no quedan otros lobos como esos en el mundo - fue la lacónica respuesta del padre. Y pasaron a la siguiente simulación. Unas focas...


Nunca más el lobo ibérico correrá libre por los bosques y montañas de Castilla la Mancha. Nunca más se escuchará su aullido o podremos observar a una loba cuidando con mimo a sus lobeznos. Esa pérdida no solo afecta a los de la generación que irresponsablemente la ocasionaron sino a sus hijos, y a los hijos de sus hijos. Afecta a todas las generaciones futuras. La pérdida de una especie es un daño irreparable e irreversible: las especies que se han extinguido en la historia de la Tierra son mucho más numerosas que las existentes actualmente; son los experimentos conclusos de la evolución. Por lo tanto, cada especie que sobrevive merece el máximo respeto porque las especies o sobreviven o mueren; y es evidente que el lobo ibérico ha sobrevivido a las cazas indiscriminadas y batidas despiadadas. Pero una cosa es sobrevivir a batidas medievales y otra muy distinta sobrevivir a batidas donde se utilizan sistemas de tecnología punta. La tecnología nos ha hecho amos y señores de las otras especies, de momento, hasta que la naturaleza diga basta...



¿Qué generación tiene el derecho de provocar la desaparición de otra especie?¿Es que una especie, que se supone inteligente, puede acabar con otra especie que además cumple una función primordial en el orden natural? Puede que con la extinción del lobo al no existir depredadores naturales para los ciervos, o conejos, o lo que fuese su dieta éstos se multiplicasen de tal forma que acabasen con las especies vegetales que los alimentaba y acabasen por morir todos de inanición después de representar un serio peligro para los cultivos. Puede que esa especie estúpidamente inteligente que extinguió a los lobos no tuviese tanto talento como creía porque solo había sabido considerar erróneos beneficios a muy corto plazo obviando el desastre que iba a provocar a medio y largo plazo.

El desastre se precipitó en un completo efecto dominó de desastres en extinciones de especies. Tampoco se oiría nunca mar el berreo del ciervo en los bosques.





A partir de ahora solo quedarían lo documentales del siglo pasado y unos cuerpos disecados a ser expuestos en nuestro triste museo imaginario.

Fueron burócratas ignorantes y mediocres los culpables de no hacer lo que debieron hacer y tomaron políticas equivocadas. Fue la ignorancia general que miraba para otro lado. Fueron un cúmulo de tristes circunstancias causadas por la ignorancia y la brutalidad del hombre ante su desmedida ambición. Todo un perfecto orden y riqueza ecológica estúpidamente destruida porque sus antepasados primaron intereses equivocados de ganaderos, de cazadores, de batidas salvajes indiscriminadas cuando de sentarse a hablar y sopesar con talento y criterios inteligentes se hubiese podido salvar todo: hubiese sido posible

Piensen en ello. Estamos a tiempo de evitarlo y solo tenemos una oportunidad: no habrá segunda.




Nota: quienes han seguido este blog se habrán dado cuenta de que está dedicado a la libertad colectiva, a nuestra libertad por encima de la igualdad y cualquier otra consideración; pero por supuesto a la de nuestros hermanos los animales. Decía un sabio que las sociedades pueden medirse por la forma en la que tratan a sus animales. Tenía toda la razón.

Vicente Jiménez

Yo le presté mucha atención.  Me lo pasó una de esas buenas personas que vale la pena conocer en twitter. @Teresa025650839 con la que intercambié unos mensajes muy interesantes. Eso no es extraño en los medios sociales. El contenido es impresionante. Debería ser de obligada exposición en los bachilleratos y universidades. No se pierdan palabra...








domingo, 23 de noviembre de 2014

Algunas técnicas cotidianas populistas en TV, El hay que



Partiendo de bases firmes y sin prejuicios reflexionemos sobre el silencio de los lobos, que no es aquel Silencio de los Corderos en la excelente película conocida por todos. Aquí son los corderos quienes se desgañitan por las calles mientras los lobos permanecen en calculado silencio. Los corderos gritan desesperados pidiendo justicia “Si se puede” y los lobos los observan afilando sus colmillos con la sonrisa maliciosa de quienes los piensan devorar.
 

Al que pasa hambre y frío porque ya no le queda ni casa ni comida ni trabajo. Al que no tiene esperanza porque ya no le pueden quitar más de lo que le han quitado. Al que en ese momento no ve ninguna salida..., pues a ese que ya no tiene nada todavía hay alguien dispuesto a arrebatarle algo más. Todavía hay quien carente de alma y de corazón planifica cómo sacar partido, rentabilizar la desesperación y miseria del desesperado. Todavía hay alguien lo suficientemente sinvergüenza dispuesto a robarle al que ya no tiene nada. ¿Os dais cuenta? Robar al que ya le han robado todo. Desposeer todavía más al que ya no le queda nadaporque todavía le se puede arrebatar un poco más. Se le puede robar el alma... las ganas de salir del pozo negro donde se le ahogan y asfixian las últimas esperanzas, las últimas fuerzas.

No creo que exista en nuestro rico amplísimo y bello vocabulario español un adjetivo que describa todo el rechazo, toda la pasión que yo pondría para calificar a aquel golfo que se alimenta de la injusticia para desposeer todavía más a quien ya le han robado todo otros sinvergüenzas que llegaron antes. 


Por sus palabras les conoceremos y después por sus actos. Cuando alguien dice: 

- Si mando yo acabaremos con toda esta corrupción y se te acabaron los problemas porque somos distintos

Y el desesperado le mira y le cree. Y el desposeído le escucha y le cree, porque el lobo le está diciendo lo que quiere oír. Y al desesperado le prometen todo aquello que jamás le podrán dar porque quienes prometen no están por esa labor y porque lo que prometen es irrealizable; porque el lobo está por alcanzar el poder por el poder, como cualquier lobo que se revuelque en el fascismo, , conscientes de que cuando ellos alcancen su meta no existirá ya ningún otro poder que pueda controlarlos, yo le pondría ese adjetivo que no alcanzo a encontrar en el DRAE. Puede que vosotros, avezados buscadores de palabras, sepáis encontrarlo. El sustantivo es, desde luego, fascismo. Ya lo pueden barnizar de la ideología que quieran.

- Hay que conseguir bla, bla, bla

- ¡Que bien! ¿Cómo piensa conseguirlo?

- No, yo estoy diciendo que hay que conseguir bla bla bla

- Sí, si en eso estamos de acuerdo; pero ¿cómo?

Y enfadado por tu insistencia le espeta con todo el cinismo del mundo 


- ¡Tú quieres que yo conteste lo que quieres oír! ¡Pues contesta tú y ya está, pero no me obligues a contestarte lo que tú quieres.

Sí quiero. Claro que quiero canalla malandrín; sí y sí y mil veces sí quiero. Quiero que me contestes a la pregunta... Necesito saber cómo y si no, no me digas nada. Pero ellos repiten sus mantras vacíos para mentes vacías del "hay que" y nunca te dirán el cómo. Cómo es la pregunta que un populista considera la más capciosa del mundo y ellos son populistas profesionales. Tienen la jeta de decirte que el cómo lo contestes tú.

"Hay que" ya lo sabemos todos. La cuestión está en el cómo: ahí es donde intervienen los expertos. Ahí es donde las opiniones se cambian por criterios profesionales.

Profesionales y no charlatanes de discursos vacíos de contenido para resolver los problemas es que necesitamos y lo que los populistas no son. Profesionales para hundir lo poco que queda, en cambio, sí que son. A la ausencia de libertades colectivas en Europa quieren añadirles la ausencia de libertades personales: la propiedad privada, el derecho a contratar, el derecho a producir, el derecho a comerciar...

Yo si puedo decir sin miedo a equivocarme un "hay que": Hay que botarlos no votándolos. Pero aún hay otro “hay que” que también resulta cierto: hay que ser muy corrupto para prometer lo irrealizable, lo descabellado.

Esta panda de amiguetes se apuntaron al carro de la utopías; es decir, algo irrealizable salvo para crédulos con mentalidades infantiloides o ignorantes (de ignorar - nada despectivo). Una utopía no es más que humo y ellos saben que sus propuestas son humo.

Ellos saben que no pueden decir nada porque no tienen nada que decir, excepto “hay que” sin especificar nunca ni cómo, ni de qué forma porque cada vez que lo han hecho han perdido miles de votos. Porque no saben dar ni una solución sensata, rigurosa y seria a su “hay que” y también saben que cada vez que piden asesoramiento pierden votos y que cada vez que hablan en los medios pierden votos cuando quien entrevista exige concreciones. No pueden vivir eternamente de hay que curar el cáncer: Eso queremos todos, ¿pero cómo? Así que a partir de ahora, no hablarán porque como siga hablando pierden lo ganado. Ahora toca callar y puede que un partido gane las elecciones no diciendo nada y paseando su imagen por las televisiones aplaudiendo en actitud triunfalista.

Por eso los lobos callan mientras los borregos balan por las calles, en sentido figurado; claro.

Vicente Jiménez

Nota

La mención negativa del lobo en este escrito ha sido utilizada solo como metáfora. Desde luego, en nada tiene el comportamiento del lobo, ese noble animal, que ver con el que se describe aquí. El lobo es una especie que debe ser protegida, al contrario de aquellos ignorantes que se meten a salvapatrias y a quienes jamás debemos escuchar ni tomar en serio.




viernes, 21 de noviembre de 2014

Todo por conseguir el poder


Artículo de colaboración
El siguiente artículo esta presentado por Red de Blogs Comprometidos, un grupo de personas a quienes les preocupa la situación que se está viviendo en la actualidad y lo reflejamos en blogs. También ofrecemos soluciones serias y otras veces críticas.


Hay ocasiones en las que todos los componentes de Somos #Red, nuestro sello en twitter, publicamos algo en común por el interés general que puede representar.

En este artículo, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, pero estamos seguros de que provocará alguna sonrisa, o algo más...
La Razón diciembre 2014

Si yo fuese infinitamente más amoral que todos los corruptos políticos y financieros que han y están surgiendo a la luz intentaría superarlos a todos; vamos, que los dejaría a la altura del betún: para ello aprovecharía de forma inteligente el descontento popular que inevitablemente surge en épocas de crisis. Como inmoral y oportunista profesional me aprovecharía de la carroña para alimentarme. Haría acto de presencia en aquellos lugares donde se concentrase el descontento, pero no sería uno más: sobresalir es un trabajo de equipo y recibir palos un trabajo para el equipo, que yo quedaría siempre en un discreto segundo plano cuando la cosa se calienta o te pueden calentar. Si fuese un profesor de universidad, por ejemplo, usaría a los alumnos como kleenex y los pondría por delante en las manifestaciones para que recibiesen los palos ellos. Yo y la cúpula me quedaría detrás en la retaguardia y después recogería los réditos: cuanto más hubiese asalvajado a mis alumnos mejor y cuanto más palos hubiesen recibido, mejor. Así podría hasta llegar a presidente de una nación comunista.

Lo segundo sería sacar rédito de forma inteligente a los de Sol y el movimiento 15M. Las hienas nunca roban las presas solas así que me iría haciendo notar poco a poco, pero corriendo los mínimos riesgos posibles: si en una manifa las cosas se pusiesen feas siempre lanzaría a los más tontos y crédulos por delante a pelearse con la policía y puede que ser heridos o detenidos mientras yo permanecería al abrigo de la retaguardia: el mundo sigue siendo de los listos y no voy a cambiar de costumbres, faltaría más. Cuando yo hablase en las asambleas siempre habría sectarios de mi manada que aplaudirían mi discurso hasta con las orejas y poco a poco sobresaldría de la masa hasta convertirme en líder; y para ello al final necesitas teatralizar
en serio algo más . Ya no estoy en Sol ni con alumnos. La cosa pasa a mayores: ahora están los medio pendientes, etc.

Para escenificar necesitas montajes de plataformas, propaganda, escenarios, cámaras..., dinero, en definitiva: mucho dinero. Dinero para material, para aparecer machaconamente de forma triunfalista como un anuncio de la Coca Cola, aplaudiendo a no sé qué. La gente ignorante funcional pensará, si aplauden es que algo estarán haciendo muy bien. Lo pobres ni se dan cuenta de que se trata de autoaplauso vacío de contenido y sentido común..., aplaudir queda bien, después de colocar a tus acólitos estratégicamente y manipular las asambleas con las viejas técnicas; sí, esas que ridiculizan, obvian o simplemente se deshacen de los elementos discordantes. Aplausos garantizados: plas, plas, plas; y las cámaras y micrófonos recogiendo la instantánea después de poner a parir las maldades de los políticos y del sistema. No hay mejor forma de practicar la demagogia que utilizar verdades a medias para colar mentiras enteras. Yo os salvaré porque soy honrado y los míos también: nosotros somos el pueblo ¡Qué digo el pueblo! soy Moisés, soy Jesucristo...

Para conseguir financiación vendería España a una potencia extranjera cuyo sistema político estuviese en las antípodas del que en esos momentos teóricamente predominase aquí. A cambio obtendría financiación para esos medios de comunicación con el compromiso de cumplir futuros pactos inconfesables que beneficiasen al país inversor y a mi persona: chico, si me pagas los medios de comunicación para bombardear a los tontiñoles yo te cuelo esa ideología en Tontilandia y después nos ponemos las botas.

Con los medios de comunicación de masas a mi servicio haría que las noticias de corrupción fuesen el pan nuestro de cada día y me introduciría poco a poco en programas de tertulias políticas. Sabría emplear muy bien el dinero con el que me apoyasen. El pueblo lanar, crédulo y tonto de capirote me seguiría como al nuevo mesías y también le habría calentado la oreja a los antisistema que dominan la calle a sus anchas. Dominando la calle y unos medios es imposible que no me convirtiese en el puto amo. Y siendo mi supuesta ideología de carácter universal prometería abrir fronteras y dar un sueldo fijo a todo el que aterrizase por estas tierras de jauja. Prometería que en mi nuevo edén todos los desesperados podrían disponer de sueldos de ensueño y techo sin trabajar. Para eso pagarían los tontos que me eligiesen, pero ellos no se darían cuenta de ese detalle hasta que fuese demasiado tarde. Prometería la luna y todo lo que quisiesen escuchar, pero sabiendo que llegar hoy a la luna es imposible, tal como están las cosas. Pero tontiñoles son tan infantiloides que les puedo prometer lo más absurdo y se lo creerán como los niños creen en los Reyes Magos. En España vamos a gobernar los ciudadanos por asambleas de barrio. Plas, plas, plas, más aplausos... Aquí mandáis vosotros... plas, plas, plas...

Chicos, eso es democracia de verdad y no la de esos mangantes bipartidistas: nosotros somos la honradez personificada, nosotros somos el pueblo. Luego, claro está, ante semejante manada de crédulos realizaría la transformación del agua en vino y ¡alehop! Ya somos un partido. Chicos, para ganar y acabar con esos corruptos hay que convertirse en un partido como los demás. De ahí a ser el puto amo ya no queda nada.

Luego..., lo que se da no se quita jamás. JAJAJAJAJA (risa tenebrosa, y se cierra el telón). Nunca más volveréis a votar.

Somos #RED


sábado, 15 de noviembre de 2014

Qué podemos esperar de Podemos


Últimamente parece haber surgido una nueva moda desde los informativos de radio y televisión, o las tertulias televisivas de periodistas con los eternos políticos invitados, y también en los periódicos de gran tirada consistente en ir martilleando tautológicamente el tema de la corrupción como si  de un fenómeno reciente se tratase.

Pero lo más curioso son unos personajes que han aparecido a todas horas y como por generación espontánea se han convertido en endémicos. Se trata de convidados que parecen tener todas las respuestas para salvar España denunciando mesiánicamente a los políticos activos y al sistema donde se permiten y desarrollan tales desmanes y corruptelas: dichos salvadores de patrias etiquetan al gremio de políticos con el nombre casta. De esta forma exceptuando, creo, a TVE mediáticamente se les ha potenciado contrastándolos a ellos con el aluvión de corruptelas. Los líderes del partido Podemos se autopresentan como adalides de la anticasta. Y voluntaria o involuntariamente los medios han contribuido a orquestarle a Podemos una impecable e impresionante campaña de publicidad. Y ellos, claro está, añaden el sello del triunfalismo rampante: compren nuestro producto, vienen a decirnos; cual anuncio de lotería de Navidad. Somos los de Podemos. Jamás se dio semejante trato de favor mediático a ningún partido, más y cuando tampoco aportan nada nuevo, como ellos afirman.

Ahora bien, presentarse como limpios y puros de corazón cuando no se ha tenido todavía ninguna oportunidad de corromperse suena a tomadura de pelo. Si jamás han tenido responsabilidades de gobierno tampoco han tenido la oportunidad de corromperse en política: por lo menos en España. Pero ellos se han autocalificado con el sello de la honradez dentro de su ADN. 


No vamos a analizar ni el programa (si lo tuviese) ni la ideología del nuevo partido Podemos porque cualquier ideología conduce a la irrealidad de las utopía y los cuentos cuentos son. Lo que vamos es a analizar verdades irrefutables del estado de la situación bajo los parámetros de la ciencia política.
 

Para aquellos cuyo interés sea anteponer la libertad a la igualdad las propuestas de cualquier sistema de partidos como en los que viven las potencias perdedoras de la segunda guerra mundial, junto a España, las tendríamos que enmarcar fuera del conjunto de libertades colectivas. Ya el tribunal de Bon  definió el sistema que surgió tras la Gran Guerra como Estados de partidos: es decir, los partidos formarían todos parte del Estado y daría igualo que fuese un solo partido o muchos.

Como de ese detalle Podemos no dice nada, pues no se le aprecia ninguna diferencia con cualquier otro de los partidos existentes. Pero si encima quieren resucitar viejas teorías leninistas que ya han demostrado su fracaso pues apaga y vámonos. Si quisiese vivir como lo hacen en Cuba o Venezuela ya me habría marchado a uno de esos países. No estaría mal que los líderes de Podemos se planteasen esa idea. 

La diferencia que nos enmarca a los amantes de la libertad colectiva fuera de las utopías es que el sistema de libertades democráticas sí triunfó históricamente en las trece colonias inglesas que se independizaron de Inglaterra. Así que en EE UU se logró históricamente el triunfo de la democracia mientras que el de las utopías igualitarias marxistas han fracasado estrepitosamente y sin excepción.

El sistema de libertades empieza a tomar sentido en la representación del ciudadano donde los diputados deben actuar para legislar como simples apoderados nuestros en el Congreso: es decir, como nuestros representantes. Representar o ser apoderado de alguien marca muy bien los límites en los que ese alguien puede actuar por nosotros: representar significa estar presentes por, pero no para todo y de cualquier manera: deben estar para cumplir con lo que les hemos mandado nosotros; de ahí el mandato imperativo. Ahora bien, ese mandato imperativo ha de surgir desde el origen: desde la sociedad civil y no desde los jefes de partido. Por cierto, nuestra constitución ¿no prohibe el mandato imperativo refiriéndose a los Jefes de partido? Ejem...

Ante la actitud reaccionaria de Podemos con sus sistemas asamblearios que la Ley de Hierro de los partidos desmonta de un plumazo hay que anteponer la representación. Quien ideó la representación fue Marsiglio de Pádua, y si antes nos hemos referido a los grandes filósofos que pensaron teóricamente en los principios que podían conducir a la participación ciudadana en la política también hemos comentado como el experimento useño demostró la certeza de esas teorías en la práctica. Sería Tocqueville quien analizaría más tarde el resultado del experimento useño corroborando el resultado.
 

Dicho sistema de libertades colectivas también se apoya en otro fulcro: el de la separación más escrupulosa entre el poder legislativo y el poder ejecutivo. No puede haber libertad sin Montesquieu

De la representación ha de surgir también un Presidente de Gobierno honrado, valiente e inteligente que hubiésemos escogido para que tomase las decisiones en todas aquellas situaciones no previstas: lo que es un verdadero hombre de Estado.


Tendríamos entonces a nuestro servicio al gobierno para tomar decisiones para salvar al pueblo durante las emergencias o lo imprevisto y a los funcionarios para solventar la papeleta ante lo previsible: por eso los funcionarios no toman ni una sola decisión fuera de sus normativas: porque todo lo tienen previsto. Así cualquier ciudadano podría pensar: "en mis apoderados los legisladores, en el hombre de estado presidente junto al gobierno, en los funcionarios y en mi propia industria para sacar mi casa adelante es en quienes confiaré la tranquilidad de mi sueño y no el insomnio de mi desconcierto actual".

Podemos no ofrece nada nuevo al permanecer en el sistema de partidos. Presumen de demócratas cuando desconocen lo que significa la democracia creyéndose que están en la Atenas de Pericles.


Incluso si les funcionasen las asambleas, a los ciudadanos no nos afecta para nada la democracia que puedan tener dentro de su partido porque ese detalle de democracia interna en los partidos, en caso de existir (veremos que no) les afectaría solo a ellos: lo que de verdad nos importa a los electores es la democracia existente fuera de los partidos; esa de la representación y separación absoluta de poderes.

Es más, los líderes de Podemos ignoran la Ley de Hierro de Robert Michels, quien llegó a la conclusión al estudiar la estructura de los grandes partidos de masas europeos, especialmente la del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), que el poder de los partidos de masas desemboca inevitablemente concentrado en un grupo más o menos reducido. Es decir, el poder se lo queda uno y de ahí a escoger a un secretario general no ha pasado mucho. Si eso es cierto mucho menos cierto será afirmar que una nación como España puede gobernarse mediante bulés asamblearias de gobierno; concepto absolutamente reaccionario que nos devuelve a los principios de la democracia griega y obvia el antiguo y probado descubrimiento de Marsiglio de Padua.

En conclusión: ni puede haber democracia interna dentro de ningún partido de masas ni una nación se puede gobernar mediante asambleas. Esas ideas no dejan de despertar cierta sonrisa por lo pueriles que resultan si prescindimos de la ignorancia, pero hay muchos desesperados y convencidos de buena fe dispuestos a creerlas.

Tampoco deja de ser anecdótico que Podemos haya copiado de Obama el Yes We Can y del periodista Enrique de Diego el concepto de casta, idea que desarrolló el periodista y escritor en su Manifiesto de las Clases Medias.

Pero todo lo perdonaría yo si viese en el programa de Podemos o de cualquier otro partido la propuesta del cambio de la Ley Electoral: el lodo que ha traído estos barros y nos ha metido en una ciénaga. Ningún partido propone al diputado de distrito, que tal como indica el pensador y jurista A.G.Trevijano ha de partir de distritos pequeños de unos cien mil habitantes; pagado por esos habitantes, representando a ese distrito electoral con cargo revocable y que debe ser escogido por mayoría absoluta: a doble vuelta si fuese necesario. Ese sí sería un primer paso hacia la democracia. Es evidente que un cambio de ley electoral pero para meternos en un sistema totalitario del tipo que sea sería entonces algo contra lo que habría que luchar con uñas y dientes.


Pero bajo esa falsa apariencia innovadora Podemos sí puede aportarnos algo positivo y es el enorme terror que los oligarcas puedan sentir a perder sus hasta ahora inamovibles poltronas. Seguramente, en ese miedo Podemos será un acicate para que quienes mandan hagan mejor las cosas y pierdan esa sensación de impunidad con la que han actuado hasta ahora. Claro, que eso ocurrirá mientras que Podemos no sea fagocitado por los consensos y el sistema actual. El primer paso ya lo han dado bajo los vítores de sus fieles elegiendo Secretario General y la cúpula. La ley de hierro es un principio universal.

Vicente Jiménez